La libertad es un derecho fundamental e imprescriptible que todos los seres humanos poseen. La libertad es la facultad de obrar según su voluntad, respetando la ley y el derecho de los demás.
El 16 de Abril, coincide con la celebración de la festividad de Pesaj, también llamado el Tiempo de nuestra libertad. Y es durante esta festividad que celebramos la salida de la esclavitud. Hoy más que nunca, sumergidos en el espíritu de Pesaj, es que en Ieladeinu alzamos nuestra voz exigiendo el fin de la esclavitud para todas los niños y sumamos nuestro esfuerzo cotidiano, trabajando para promover el acceso y ejercicio de todos sus derechos para todos los niños.
El 16 de abril se celebra el Día Mundial contra la Esclavitud infantil, recordando el asesinato de Iqbal Masih de 12 años, ocurrido en el año 1995, quien a la edad de 4 años fue vendido por su padre a una fábrica de alfombras de Punjab porque necesitaba un préstamo para pagar la boda del hijo mayor.
Iqbal trabajaba doce horas al día, trenzando alfombras por un a rupia diaria. A los 10 años, asistió a un mitín sobre derechos humanos y su vida cambió radicalmente. Consiguió la libertad a través de una campaña del Frente de Liberación del Trabajo Forzado y se convirtió en un activo luchador contra la esclavitud infantil, consiguiendo cerrar empresas en la que se explotaban a niños menores de edad.
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) establece que “Toda niña, niño y adolescente (en adelante niño) tiene derecho a la educación y es obligación del Estado asegurar, por lo menos, la educación primaria gratuita y obligatoria” y que “Es obligación del Estado proteger al niño contra el desempeño de cualquier trabajo nocivo para su salud, educación o desarrollo”.
Los niños son consagrados por la CDN como sujetos de derechos, es decir que gozan de todos los derechos humanos y de algunos derechos especiales, por su condición de vulnerabilidad de acuerdo a la etapa madurativa que están atravesando. Entre ellos el derecho a ser protegidos contra toda forma de violencia y explotación.
¿De qué hablamos cuando hablamos de esclavitud infantil?
La Organización Internacional del Trabajo define el “trabajo infantil” como todo aquel trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico y las peores formas de trabajo infantil abarcan:
Algunas de sus manifestaciones:
Una mención especial merece la utilización de las redes virtuales por parte de algunos adultos, que se dirigen a púberes y/o adolescentes y se relacionan con ellos con promesas falsas como un modo de captarlos y someterlos, ya sea a través del acoso virtual (grooming) o con promesas laborales que enmascaran situaciones de esclavitud sexual.
Cabe señalar que a pesar de ser uno de los instrumentos de derechos internacional más ratificados es evidente que los Estados tienen un compromiso ineludible para garantizar que los principios de la que los principios de la CDN (Convención sobre los Derechos del Niño) dejen de ser una utopía y se conviertan en una realidad. Las cifras hablan por sí solas…