En palabras de una coordinadora, compartimos uno de los momentos especiales que se viven en Ieladeinu.
Hoy compré dos forros muy lindos de dibujitos para forrar los cuadernos nuevos de uno de los chicos. Lo llamé para que participe y ayude.
Al principio miraba y no entendía nada, no sabía que era forrar y cómo iba a usar ese papel con su cuaderno. Miraba muy asombrado, pero atento a la vez. Le pregunté si alguna vez le habían forrado sus cuadernos y dijo que no.
Después de forrar los cuadernos, ordenamos juntos la mochila y los útiles de la cartuchera: cuidadosamente, guardamos juntos y por color los lápices, los marcadores, la goma, la tijerita, la lapicera y la regla. Él estaba muy entusiasmado por ir al cole bien preparado.