En Ieladeinu, sabemos muy bien que las cosas no siempre son como deberían ser: hay familias que están atravesando un período de vulnerabilidad, hay abuso infantil, hay maltrato, hay abandono…
En los últimos años, creamos el área de Prevención del Maltrato y Promoción de los Derechos de los Niños con la convicción de que podemos hacer muchas cosas para intentar evitar la violencia y que los niños sean separados de su contexto familiar a raíz de una medida judicial.
También trabajamos fuertemente desde el área Fortalecimiento Familiar, para acompañar a las familias que están criando y necesitan algún tipo de orientación.
Desde siempre, estamos comprometidos y avocados a que haya más chicos en familia y menos chicos en Hogares. Tenemos la convicción de que todos los niños deberían crecer en un entorno familiar.
Sin embargo, los Hogares siguen siendo necesarios: a veces, los chicos tienen que salir de su entorno familiar de origen; a veces no hay familias disponibles para recibirlos y ejercer la función de cuidados temporales.
Con mucha tristeza, queremos contarles que recientemente hubo varios ingresos a los Hogares de Ieladeinu. Intentamos evitar estas situaciones, pero ahora tenemos que hacer todo lo posible para que los chicos estén mejor: esto implica, entre otras cosas, garantizar derechos vulnerados como salud, educación y vida digna. También tenemos que trabajar con sus familias, para intentar que vuelvan a convivir.
Es una responsabilidad intensa y diversa: cuidar, educar y acompañar las 24 horas del día, los 365 días del año; y aunque nuestra labor no suple la vida en una familia, el equipo de Ieladeinu pone las manos y corazón al servicio de los chicos. Intentamos atender sus necesidades y cuidarlos de la forma más personalizada posible.
Con mucho dolor, estas semanas les abrimos las puertas a varios chicos nuevos. No nos gusta que pasen estas cosas, pero pasan y asumimos con cariño y dedicación la responsabilidad de hacer algo al respecto.